Crónicas de una viajera de convención en convención
Espero tengan paciencia para leer mi crónica y que la disfruten :D
Atte.
Beita.
Si es difícil escribir sobre un evento, mucho más difícil es escribir sobre 3 eventos seguidos. Es porque me encantaría contar todas las cosas bellas que han ocurrido durante estas 3 últimas semanas, en donde decidí ir a Ecuador a participar de la convención en Quito, luego las Mil Grullas por la Paz en Valparaíso y de la convención también realizada en Valparaíso, acá en Chile.
Como visita en Ecuador, debo decir que me he encontrado un grupo de amigos excelente. Es realmente lindo darse cuenta que poco a poco tus plegados, los de otras personas y los de la misma gente en Quito hacen maravillas al poder tener un idioma común. A pesar de que todos hablamos español, muchos hablan perfectamente el ecuatoriano, el chileno, el colombiano, el venezolano y hasta el idioma del origami era distinto. Como fui con mi mamá, ella se dio cuenta de los cambios en el idioma (al no plegar mucho ella está mas libre de la “deformación profesional” como le llamamos acá cuando un profesional no reconoce cosas básicas por estar tan metido dentro de su carrera): que la base cometa, que la base pájaro, base pañuelo, bomba de agua, base pez, o cualquier otra, adquiría su significado cuando la doblábamos. Aunque a las bases las llamemos de distintas formas, sigue siendo el lenguaje central el papel, a veces cuadrado, otras rectangulares.
De visita en Guayaquil, solamente me dediqué a recorrer y disfrutar de unos días con familiares que no conocía, lo cual fue extremadamente provechoso. Se fascinaron por las figuras de origami que les mostré, que guardaba celosamente y que cuidaba de cualquier complicación en el vuelo (créanme que llevar una maleta de origami es como llevar un tesoro). Nos demoramos toda una noche en llegar, porque hicimos el camino largo. A las 5 am estaba conectada en el aeropuerto de quito esperando el vuelo a guayaquil… sin obviamente poder dormir, comiéndonos unos chocolates que habíamos traído para despertar un poco, cuidando las maletas y esperando ansiosamente hacer el chequeo y partir a guayaquil. Recorrí lugares maravillosos, el parque histórico, el parque de las iguanas (y ardillas! No puedo dejar de nombrarlas, me fascinan!), el malecón, me bañé en el mismo océano que baña a Chile, pero con unos cuantos grados más de temperatura en el agua.
Luego retomamos camino a Quito, llegamos al aeropuerto y empezamos a buscar algún rostro con cara de “te andamos buscando”, lo que encontré fueron unas manos, que decían en silencio “estamos plegando”. Fuimos a dejar las maletas y luego nuestro destino fue ir a la mitad del mundo. Logramos equilibrar un huevo con una grulla arriba, en el “centro de la tierra”. A momentos me encontraba en el norte, a momentos en el sur. Luego de eso nos fuimos a montar la exposición y a seguir conociendo excelentes plegadores y personas.
El día siguiente, luego de la inauguración de la exposición lo utilizamos para recorrer Otavalo, la laguna de Cuicocha, que es un cráter de un volcán y alrededores varios. De vuelta en el camino, ya de noche, reconozco en el cielo la “cruz del sur”…, hago cálculos, tiro una línea vertical hacia la tierra y digo: “¡hacia allá está mi casa!”
Jueves y viernes fueron intensos días de plegados. Al fin llegaron todos los que tenían que llegar. Al fin conocí a grandes personas que ya conocía por Msn o Facebook, y otras que recién venía conociendo en estos días de plegado. En eso, plegando un sombrero de copas, llega Lucas, ofreciendo aretes y diciendo “me robaron”… Ya perdí la cuenta de todo lo plegado y lo desplegado de esos días (la memoria falla, las fotos no!!). Entre medio, enseñé el mar de cubos, que algunos valientes marineros de agua dulce lograron terminar (y me quedo muy feliz con eso), enseñé una silla, El viernes salimos a rumbear… un poco tarde, pero salimos. El sábado, comenzamos plegando en el Itchimbia, un parque que tiene una maravillosa vista a la ciudad, luego nos fuimos al centro histórico de Quito… y después algunos cuantos nos fuimos al teleférico, 1100 metros más arriba de la ciudad (4.100mts), con una vista espectacular, de noche y un frío increible. De noche, nuevamente nos fuimos a rumbear, a otro lugar, hasta las tantas horas de la noche. Solo un reclamo tengo: CIERRAN A LAS 2.30 AM!!!!! Muy temprano!!!! Jajaja… (en Chile las discos y pubs cierran cerca de las 5.00, a las 2.30 recién está llegando la gente). Pero lo pasé excelente… no seré muy experta en bailar, de hecho en santiago no salgo mucho, pero tenía muy buenos profesores.
El domingo fue el día de desmontar la exposición, guardar e intercambiar figuras con colombia, ecuador y venezuela. Una parte de mí se quedó en estos países, así como yo también me llevé una parte de cada uno. Luego, con mi mamá hicimos empanadas chilenas en casa de Helena, junto con un vinito, y después nos fuimos a otra parte del centro histórico de Quito, que se podía visitar de noche. Fue PRECIOSO ese pequeño recorrido nocturno. Lo increible fue que mientras caminábamos encontramos un local que vendía canelazos y que estaba adornado con… ¡origamis!, que la misma señora hacía. Así que ahí intercambiamos algunas figuritas, mientras nos tomábamos un canelazo antes de nuestro viaje de vuelta.
El lunes tempranito, volvimos a Santiago, y por supuesto, hay mucho que hacer. Entre estas cosas, reunión con mi profesora guía que me dijo que en 2 semanas más tengo que entregar mi tesis, más otros asuntos laborales pendientes (sí… queda muy poco!). Martes, reunión organizadora de la convención y grullas por la paz,, en la cual decidimos irnos el miércoles en la noche a Valparaíso para organizar las Mil Grullas por la Paz que fue el jueves 6 de agosto.
Las mil grullas por la paz, en Valparaíso ha sido una experiencia realmente increíble. Con la cuenta oficial de grullas llegamos a más de 85.000 grullas realizadas por colegios de Valparaíso y otras ciudades de Chile, más nosotros mismos que plegamos alrededor de unas 10 mil grullas como Origami chile, entre las grullas personales y las grullas hechas en algún lugar. El conteo informal se acerca a las 90 mil-100 mil, y no les miento. Que locura ir recibiendo tanta gente, que llegaba con sus grullas! El parque Brasil en Valparaíso se llenó de grullas multicolores, pidiendo por la paz, y el grito se oyó hasta el cielo. En estas ocasiones uno logra ver cuánta energía tiene uno para estas cosas, y cómo las noticias y las peticiones comienzan a crecer… como BOLA DE NIEVE
Ese día ya empezaron a llegar nuestros invitados. Lus Fleming de Pessoa, de Brasil, Roberto Romero, de Cusco (al fin!), Noelia, Polo y Gerardo de Argentina, y Julián Tafur de Colombia. El viernes ya estando todos comenzamos con los talleres y con la organización de la exposición en la Municipalidad de Valparaíso. El sábado también plegado durante todo el día, almuerzos en el mercado que se nos alargaron un poco (porque hasta los nacionales querían probar los platos que habían!).
Fue una linda exposición, con figuras de todos nosotros, de otras partes que están representadas (si en algún momento me han visto pidiéndoles figuras, les cuento que estuvieron expuestas en esta convención) De noche, estuvimos en el hostal, conversando, compartiendo unos traguitos y jugando pictograma hasta las 5 am!!!
El domingo, fue día de paseo. Luego de solucionar un problema de la camioneta en donde viajaba Roberto hacia Arica y luego a Cuzco, nos fuimos a pasear por la bahía de Valparaíso. Llegamos al puerto a subirnos a una lancha y pasear mirando la bahía, la cual se veía preciosa. Ese día no tuvimos ninguna nube, así que se veía muy bello. Paseamos entre barcos, lobos marinos, gaviotas y embarcaciones menores, y luego de eso nos fuimos a almorzar a la caleta de pescadores. Ya en ese momento algunos otros amigos tuvieron que irse, pues sus vuelos salían temprano. Nos quedamos con Julián y su novia paseando, se que anduvieron por el Museo Naval y La Sebastiana con dos compañeros más de Origami Chile, mientras nosotros ibamos a retirar las últimas cosas del lugar de convención.
Después, despedidas finales, guardar todo en los autos, y partir nuevamente de vuelta a Santiago. Algunos directo, otros, como nosotros, Paola, Julián, Janeth y Yo, indirectamente, pues nos fuimos a la playa en Viña del Mar antes de volvernos a Santiago. Era el día del niño, detalle no menor, pues la playa y las calles estaban llenísimas. Sin embargo fuimos igual, bajamos a la playa y pudimos observar una hermosa puesta de sol. Julián y Janeth quisieron meter las patitas en el agua… no hicieron caso de las advertencias, pero igual lo disfrutaron … pues el agua es muy helada en comparación a Colombia y Ecuador (cierto Julián?). Obvio, Paola y Yo también metimos los pies al agua, es increible como uno renueva fuerzas a la orilla del mar.
Luego de esta renovación de fuerzas, de vuelta a Santiago, yo un poco agotada por 2 convenciones y 1 grulla a cuestas durante 2 semanas, pero con recuerdos realmente inolvidables. Ya llevo 3 páginas de crónicas y creo que es lo suficiente para que se hagan una idea de lo increible que lo hemos pasado
No me queda más que agradecer a todos por su apoyo, a mis grandes amigos, repartidos por todos lados, a la organización de la convención de Quito, y a la organización de la convención Chilena. Me gustaría nombrarlos a todos, pero cuando lean esto, siéntanse completamente identificados.
Espero verlos pronto, aquí en Chile o donde el plegado me lleve.
4 comentarios:
increible!!!
espero poder acompañarlos la proxima! :)
saludos!!!
Ojala!!! Un abrazo
B.
nombra no mas :P
a ver si estamos en la lista!
coloca una foto de las grullas xD
Si el agua en las Playas de Colombia y Ecuador son mas calidas, y lo mejor de todo es que puedes ir todo el año y va a ser cálido. Pero el agua aunque fria estaba muy rica, y el Atardecer sin palabras. sensillamente espectacular. Un abrazo a todos los amigos plegadores de Chile y latinoamerica.
Publicar un comentario